La concepción celta de la amistad encuentra su inspi­ración y plenitud en la sublime idea del anam cara. Anam es la palabra gaélica que significa «alma»; cara es «amigo». De manera que anam cara significa «alma gemela, amigo es­piritual e íntimo». Anam Cara era una persona a quien uno podía revelar las intimidades ocultas de la vida. Esta amis­tad era un acto de reconocimiento y pertenencia. Cuando se tenía un Anam Cara, esa amistad trascendía todas las convenciones y categorías. Los amigos espirituales estaban unidos de una manera antigua y eterna.

Este texto y el nombre de la Asociación, fueron extraídos e inspirados de "Anam Cara - El libro de la sabiduría Celta" de John O'Donohue.

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La Respiración


Respiración es ritmo, el ritmo es la base de toda la vida. La respiración encierra la polaridad de acoger y expulsar, de tomar y dar.
En la respiración hay dos mercedes,
una inspirar, la otra soltar el aire,
áquella colma, ésta refresca,
es la combinación maravillosa de la vida.
Goethe
Todas las lenguas antiguas utilizan para designar el aliento la misma palabra que para alma o espíritu. Respirar viene del latín spirare y espíritu, de spiritus, raíz de la que se deriva también inspiración tanto en el sentido lato como en el figurado. En griego psyque significa tanto hálito como alma. En indostánico encontramos la palabra atman que tiene evidentemente parentesco con el atmen (respirar) alemán. En la India al hombre que alcanza la perfección se le llama Mahatma; alma grande, aliento grande. La doctrina hindú nos enseña, que la respiración es portadora de la auténtica fuerza vital, el prana. En el relato bíblico de la Creación se nos cuenta que Dios infundió su aliento divino en la figura de barro convirtiéndola en una criatura "viva" dotada de alma.
El aliento no está en nosotros, sino que nosotros estamos en el aliento. Por medio del aliento, nos hallamos constantemente unidos a algo que se encuentra más allá de lo creado, más allá de la forma. La vida sólo se experimenta abriéndose a ella y dejándose inundar por ella. La respiración es el cordón umbilical por el que esta vida viene a nosotros. La respiración hace que nos mantengamos en esta unión.
La enfermedad como camino (T. Dethlefsen y R. Dahlke)

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